sábado, 31 de octubre de 2009

Derrota en Tablas


Que Bruselas haya terminado por expedientar a España por la degradación de las Tablas de Daimiel; que una de las 14 joyas de la naturaleza española catalogadas como Parque Nacional sea un inmenso secarral; que durante más de cincuenta años -desde que Franco abrió el grifo en 1956 hasta que José Bono, desde la presidencia de Castilla-La Mancha, apostara por una nefasta política de regadíos- se hayan creado miles de pozos, legales o ilegales, de hasta más de cien metros de profundidad; que de las 1.600 hectáreas encharcables de la laguna sólo cinco estén hoy inundadas, al tiempo que se autogeneran de modo incesante incendios subterráneos ocasionados por la oxidación de la turba acumulada durante miles de años, que le dan al terreno un aire muy similar al que Cormac McCarthy describía en La carretera después de que se hubiese producido una hecatombe nuclear; que uno de los refugios de aves acuáticas más importantes de Europa haya alcanzado un punto que muchos consideran ya de no retorno.

Que esto haya sucedido cuando se viene avisando desde hace lustros de la gravedad del problema (no se dejen engañar por esos greñosos ecologistas), no importa. Gürtel, Troya, Astapa, Arcos, Alexía, Faisán, Mercasevilla, Viajes, Malaya, Poniente. Éstas son las palabras que marcan la pauta informativa. La munición con la que la clase política española, representada por sus dos grandes partidos, está librando la más estéril y maniquea batalla que una sociedad, avanzada pueda permitirse.

El sexo de la ministra de Economía, la apertura de un debate, como el del aborto, que creíamos cerrado hace 25 años, quién va a presidir tal o cual entidad bancaria o quién se va a fusionar con quién, qué van a cobrar los directivos de las grandes empresas (como si fuera relevante que perciban mil o diez mil veces más de sueldo que la mayoría de los comunes mortales)... Cuando pensábamos que uno de nuestros males era la imponente presencia del fútbol y otros deportes en nuestro día a día, descubrimos que los debates sobre el sistema de juego de Pellegrini, la estrechez del banquillo del Barça, o la recuperación de Nadal son, junto a los contenidos del último ‘Sálvame’, temas mucho más interesantes y sesudos que los que acaparan los titulares informativos de la prensa seria.

En un país en el que ya casi nadie se sonroja, en el que el decoro, la educación, el respeto y la vergüenza, han pasado de encarnar las mejillas de los ciudadanos a cotizar en rojo en el parqué de los valores humanos, temas como la destrucción de nuestro patrimonio natural carecen de importancia. El fuego subterráneo de Las Tablas es la metáfora precisa que describe la realidad política y social de nuestros días. Al fin y al cabo, lo que vemos en superficie, esas fumarolas que se escapan por las oquedades del paisaje yermo, no simbolizan más que el humo y las cenizas que nos impiden ver las brasas que a fuego lento, alimentadas por el oxígeno de la más indisimulada mendacidad, nos están consumiendo.

jueves, 22 de octubre de 2009

El Roto (22 de octubre de 2009)

jueves, 8 de octubre de 2009

Este artículo no está retocado

Francia, cuna del glamour, faro de la moda internacional, quintaesencia de lo ‘fashion’ y el buen gusto, ha decidido plantarle cara al photoshop, ese programa de retoque digital capaz de aumentar dos tallas el busto de una modelo, eliminar esas fastidiosas patas de gallo, o borrar como por arte de magia cualquier imperfección, según los cánones en vigor en cada momento, que el cuerpo humano es capaz de albergar.

Un grupo de parlamentarios franceses –precisamente pertenecientes a la UIMP del presidente Sarkozy, protagonista de una imagen alterada a la que le habían hecho desaparecer un incómodo ‘michelín’- ha propuesto una ley para luchar contra lo que ellos consideran una “imagen deformada” de los cuerpos de las mujeres en los medios. La premisa de la que parten es muy elemental: este tipo de reproducciones–como las que permiten que Keira Knightley pueda lucir una 95B, Penélope Cruz goce de un cuello más estilizado o Norma Duval presente un vientre terso- crea una visión deforme de la realidad, haciendo creer a algunas almas bienintencionadas “en una realidad que a menudo no existe”.

La intención no es prohibir este tipo de manipulaciones, sino que se advierta en todos los casos de que estas fotografías han sido retocadas “para modificar la apariencia física de una persona”.

La noticia ha generado firmes adhesiones y repulsas no menos vigorosas. Entre los defensores de la medida, se encuentran los grupos feministas, que ven aquí una oportunidad de seguir luchando contra la imagen estereotipada de la mujer que la publicidad extiende sobre la sociedad. A la cabeza de quienes rechazan la propuesta están, claro, las propias agencias, cuyos responsables consideran una intromisión en su trabajo tal planteamiento, que tachan de absurdo. Es –dicen- como si se les hubiera prohibido a Rafael o Leonardo buscar la perfección en sus pinturas con las herramientas a su alcance.

Y es verdad que ‘La Virgen del jilguero’ del primero no representaba a la mujer “real” de la época, y nadie negaría lo chocante que hubiera sido que a Mona Lisa el pintor le hubiera añadido una leyenda avisando de que la modelo no era exactamente igual a la representada en el lienzo.

Sin embargo, esto no puede ocultarnos la lógica intrínsecamente perversa que se oculta detrás de muchas campañas. Al igual que el sacrosanto derecho a la libertad de expresión choca con frecuencia con otra libertad fundamental, la de proteger el propio honor, la seducción y el engaño están separados también por una fina línea que hace tiempo que hemos dejado atrás.

En cualquier caso, no será a través de levantar prohibición tras prohibición como minemos el paradigma de mujer neumática y resplandeciente que las revistas y la televisión se empeñan en trasladar. Si los ciudadanos nos mostramos incapaces de superar de una vez nuestra minoría de edad y aprender a separar la realidad de la ficción sin necesidad de que nos lleven continuamente de la mano, habrá que empezar a asumir que asuntos como la duración del ‘gloss’ de labios son realmente importantes.

[Algunas valientes ya se han atrevido a salir sin retoques.]
 
Copyright 2009 Apocalípticos e integrados. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan